La situación del Real Zaragoza se está tornando dramática conforme avanzan las jornadas. Lo más sorprendente de la evolución de los acontecimientos es que, precisamente, es algo que no sorprende. Un club histórico del fútbol español como el Real Zaragoza vive las que probablemente sean las horas más bajas de toda su historia. Económicamente ahogado, con una plantilla desarraigada de los colores y el escudo del club y una fractura casi total de la masa social con su dirigentes.
Sin embargo, el equipo de la capital aragonesa aún cuenta con un principal aliado para voltear tan complicada coyuntura: el tiempo. Aún le restan 23 misterios en su peregrinar hacia la salvación. La redención pasa por seguir diez leyes que por si solas no dicen mucho, pero que de cumplirlas estoy seguro que le bastarán para no descender a los infiernos. Los diez mandamientos del zaragocismo son los siguientes:
- El apoyo de la afición. Los partidos duran 90 minutos, por lo que hay otros 10.080 minutos a la semana para lamentarse. Incluidos los posteriores al pitido final del árbitro.
- Fe ciega en Aguirre. El “Vasco” mostró en Osasuna que está sobradamente capacitado para ganar esta guerra. Hay que dejarle trabajar.
- No hay varitas mágicas. Hay que simplificar las directrices a los jugadores para devolver al equipo un sistema de juego lógico en el que estén cómodos, que jueguen en su demarcación y vayan recuperando la confianza. Que el que sepa correr, que se limite a correr. Que el que sepa chutar, que se limite a chutar. Y el que sepa encarar que no dude en intentarlo. Si se consigue esto, por simple que parezca, el juego del Real Zaragoza mejorará ostensiblemente.
- Y relacionado con el anterior: El problema de las tarjetas. Recuperado el orden, y no pidiendo a ningún jugador nada que esté fuera de sus funciones, habrá menos desajustes. Menos desajustes llevan a menos situaciones de riesgo. Y menos situaciones de riesgo llevan a cometer menos faltas para parar acciones de peligro rivales.
- El gol. Hace falta un delantero, pero eso no garantiza goles. Para marcar hay que llegar. Si se consigue mejorar el juego será más fácil, pero existen otras vías que hay que trabajar. Las jugadas de estrategia son vitales. Faltas, corners, saques de banda e incluso el saque inicial. Son acciones que pueden valer un partido y que un equipo con dificultades para anotar no puede obviar.
- Los enfrentamientos directos. Empezando por el partido de Osasuna. Son finales en las que hay que salir a ganar desde el primer minuto. El valor de la victoria o la derrota es doble. Los tres puntos sumados por los tres que deja de sumar el rival.
- Compromiso. Los jugadores que a estas alturas no están comprometidos, difícilmente lo estarán ya. Hay que dar salida a no menos de 7 jugadores en invierno.
- Los fichajes de Diciembre. Traer (cedidos o traspasados) a jugadores con hambre, que devuelvan la ilusión y que estén comprometidos con la causa: Longás, Ignacio Camacho o incluso Zapater. Sólo se ficha para mejorar lo que hay. Más vale tres fichajes de ciertas garantías que nueve interrogantes.
- Goni. Recuperar al central de su cesión al Real Madrid Castilla.
- Savia joven para dar descaro al equipo. Ascender y dar protagonismo a los chicos del filial: Alex, Kevin, Isma López…
Espero y deseo que el equipo de mi ciudad consiga ver la luz. Y sobre todo, que de ser así, se haga un acto de contrición para que el verano que viene no se convierta en el purgatorio que fue el verano pasado. El auténtico origen de los males que hoy le atormentan.
Vale que la foto que encabeza esta entrada pertenece a tiempos pasados y no se puede vivir de la historia únicamente, pero de esto no hace tanto...
Enlaces
Web del Real Zaragoza
Los sueños invernales del Zaragoza
2 comentarios:
Ojala te hagan caso Carlos.
Ojalá...
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